sábado, 22 de julio de 2017

Perfetti Sconociuti

¿Qué secretos podríamos tener?

Las personas tiene una vida; pero en ella conviven tres a la vez. Una vida pública, una privada y una secreta. Esta última, hoy en día parece ser que, según el filme de Paolo Genovese, está guardada en los celulares de cada individuo. 
"Perfectos desconocidos" es el título de una comedia que guarda un drama secreto y a medida que avanza el relato se va develando, en este caso, son siete los secretos a descubrir. 
Una noche de eclipse, se reúnen a cenar, siete amigos, tres matrimonios y uno soltero; se conocen de toda la vida. Pero, ese conocerse ¿significa saberlo todo del otro? ¿Saber sobre la pareja de uno?  Estos amigos, han sido amigos desde niños pero parece que no saben quién es el otro. Cada pareja tiene sus secretos, cada pareja parece que en el fondo quiere separarse y no sabe cómo hacerlo. Incluso, el soltero esconde sus secretos pero cómo confesarlos. Todos son frágiles, algunos más que otros. 
En la casa de Eva   y Rocco, es el lugar de encuentro. Según uno de ellos todos se conocen muy bien qué secreto podrían tener. Este es el inicio para dar pie al juego que se ocupará de desenmascarar a cada personaje. La anfitriona propone: "Hagamos un juego, pongamos todos nuestros celulares en la mesa. Mientras cenamos, todos los mensajes, WhatsApp, llamadas, correos, cualquier cosa que recibimos lo compartimos. No tenemos ningún secreto" Y así, a la premisa de "no tenemos nada que ocultar" inicia el juego de poner sobre la mesa la verdad. La verdad es que todos tienen algún secreto que los atormenta si se llegará a enterar el otro. 
La noche avanza, la comida y la bebida es abundante y como si los amigos estuvieran bajo algún efecto provocado por el eclipse de luna, lo que parecía divertido, terminará siendo la manera de desenmascararse que les dará consuelo. ¿Consuela el contar los secretos? Es la pregunta. 
Cada  mensaje o correo, que van recibiendo los personajes, deben ser leídos en voz alta, las llamadas deben ser atendidas en alta voz. No hay nada que ocultar. Sin embargo, algunos personajes tienen sospechas, como Rocco, por ejemplo que si su esposa tuviera un amante él no lo quiere saber; pero la pregunta es ¿no lo quiere saber o no lo quiere confirmar? 
Cuando el conflicto y el drama están a la vista de todos, Pepe, el soltero, en defensa aclara "Estas cosas están arruinando nuestras vidas. Nos están quitando nuestras vidas privadas" refiriéndose a los celulares, a los guardianes esa vida secreta que no podemos revelar. 
Durante esta cena de amigos, el verbo jugar significa "confesar". Todos tienen secretos para todos por qué aceptar jugar sabiendo que quedaran al descubierto. ¿Quieren ser desenmascarados? 
El relato de noventa minutos es dinámico y las actuaciones son muy buenas. El espectador ríe y por momentos también piensa, está obligado a pensar. Tal vez, algún espectador salga de la sala tentando en proponer el juego en alguna reunión de amigos, pero para eso hay que estar muy seguro de cuántos secretos esconde su teléfono móvil si es que esconde algo. 
El eclipse a simple vista podría parecer un detalle menor; pero no lo es. Mientras la Luna se oculta en las sombras, son las sombras de cada personaje que salen a la luz. Una vez finalizado este eclipse, parece que el efecto de la verdad pasó. ¿Pasó? Se preguntará el espectador llegado el final del relato cinematográfico. El final que propone el director, es muy interesante. Hará dudar a más de uno. Acaso la verdad salió a la luz o sigue escondida. Para saberlo tendrán que ver que la película, eso sí si están en pareja habrá que pensar  dos veces antes de ir al cine. 

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