A quienes gustan de la comedia, y en especial la comedia francesa, la mejor opción en nuestras salas es el filme de Philippe de Chauveron.
"Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?" no sólo es el título de la comedia sino el interrogante que se presenta en la vida del matrimonio Verneuil.
Dicho matrimonio está conformado por Claude y Marie, personas muy conservadoras, católicas y burgueses que viven en Chinon. Ellos tienen cuatro hijas y la historia inicia con las bodas de tres de ellas. Isabelle que se casa con un musulmán. Odile con un judío sefardí y Ségolene con un chino. Desde el inicio se aprecia que los padres de estas jóvenes no muestran mucha simpatía con dichas nupcias pero tratan de disimular, mientras depositan la esperanza de un casamiento por iglesia en la manos de sus hijas.
Como verán la trama es sencilla, sin embargo, es difícil no reírse a medida que avanza el relato. En cada reunión familiar, tanto Claude (Christian Clavier) como Marie (Chantal Lauby) tratan de evitar temas que puedan provocar a sus yernos; pero imaginen que no es tarea fácil, ya que cualquier tema podría volver una simple comida familiar en un campo de batalla, desde el menú, el bautismo, la circuncisión hasta la economía son temas que desatan una tempestad interracial. De modo tal, que los yernos se insulten, se burlen entre ellos o tengan comentarios ácidos.
Marie, luego de un año y medio del último encuentro con sus hijas y yernos, entra en depresión. Este será una nueva oportunidad para juntar a la familia invitándolos para Navidad. Marie tratando de mantener la unión entre todos, se ocupa de preparar tres menús para complacer a sus yernos y le advierte a su marido que no hable de temas polémicos como Israel, el Dalai Lama o el equipo francés de fútbol. Por otro lado, cada una de las hijas le hace recomendaciones a sus respectivos maridos; ya sea que ignoren las bromas de los judíos o que si se compara a los inmigrantes con delincuentes no se debe decir nada.
Una vez, pasada la Noche Buena y Navidad parece que hay más armonía en la familia y los yernos a pesar de sus diferencias sociales y religiosas aprenden a llevarse mejor; pero un nuevo yerno aparece en la vida del matrimonio Verneuil. Laure, la cuarta hija, anuncia su matrimonio. Los padres se ponen contentos al saber que el afortunado es católico; pero el golpe de gracia será cuando conozcan a Charles, un joven actor africano de la Costa de Marfil.
La familia de Charles, en especial su padre, un ex militar del ejército colonial francés rígido y muy resentido con la colonización blanca en África, se muestra intolerante frente a esta boda y quiere que no se realice. A partir de aquí, se van sucediendo varias situaciones graciosas y simpáticas que al mismo tiempo nos hacen reflexionar que todos en algún punto "somos racistas".
Philippe de Chauveron, nos mantiene entretenidos durante hora y media. El espectador sale de la sala relajado después de reír y tal vez por qué no, dejando algunos prejuicios y preconceptos en la butaca.
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