viernes, 11 de julio de 2014

Une Estonienne à París


Cuenta la historia de Frida, una anciana señora proveniente de Estonia que emigró a París hace muchos años y que ahora se encuentra con quien la cuidará: Anne, una inmigrante de su mismo país. Frida rechazará a Anne, sin embargo , este conflicto entre ambas extranjeras hará que Anne se lance en busca de su propio camino. 
El filme de Ilmar Raag, es emotivo con excelentes actuaciones encabezada por la majestuosa Jeanne Moreau en el papel de Frida, una coqueta mujer que dice lo que piensa, que sabe que los perfumes no se mezclan, que recuerda las costumbre de Estonia, su país natal; pero no las realiza. Frida ha intentado suicidarse y la única cosa por la que aún se levanta por las mañanas es por una buena taza de té y un buen croissant, ya no sale como antes ni le gusta hacer lo que solía hacer. 
Por otro lado, está Anne (Laine Mägi), otra mujer de Estonia, divorciada, que está sola. Luego de dos años de atender a su madre enferma esta fallece y sus hijos no están muy pendientes de Anne. Este es el motivo, por el cual acepta el trabajo de cuidar a Frida y viajar a Francia.  Y para completar el triángulo de soledades, tenemos a Stephan (Patrick Pineau), un amante agradecido que se ocupa y cuida de Frida. Stephan aclara que otra vez está solo. Es dueño del café Poussin y es la única persona que visita regularmente a Frida. 
El título del filme "une estonienne á París" o "una dama en París" como se lo conoció en nuestras salas; puede referirse a ambas protagonistas, ya que ambas son de Estonia, y ambas son damas en París
Ilmar Raag, nos permite a través de la cámara dar gratos paseos por la ville lumière, tanto de noche como de día. 
Una dama en París, trata sobre el amor que se encuentra cuando la soledad pesa en el alma. 


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