viernes, 13 de enero de 2012

La ayuda

La década del sesenta, pasó hace tiempo y no tanto. Al ver el filme de Tate Taylor, "The Help" o "Criadas y señoras" como se conoce comercialmente en nuestros cines; pensé en cómo muchas veces o la mayoría de las veces, los mandatos sociales y ciertas leyes (algunas injustas y ridículas dejenme decir) pueden influír  tanto en los estilos de vida y comportamientos humanos. 
Las leyes raciales de esos tiempos de verdad que eran estúpidas pero eran leyes y más de uno las cumplía. Pero así fue. Y eso que sólo hablamos de los ´60, ya que podríamos ir hasta la Santa Inquisición y la lista se haría interminable. 
Bien, retomemos nuestro filme "The Help", nombre que también lleva el libro que publica una de las protagonistas donde cuenta historias desde la perspectiva de las criadas negras que trabajan en casas de blancos, criadas que limpian casas, hacen las compras y como si fuese poco, por veinte años, educan a los hijos de las damas blancas y,  una vez crecidos y educados estos niños, se vuelven sus jefes. 
Recordando los mandatos sociales, la joven escritora que vuelve a Mississippi luego de graduarse de la Universidad, es soltera y no usa vestidos elegantes o el cabello batido como las amigas y vecinas que dejo en su barrio; y claro que esto es algo que debe cambiar para su madre y  el resto de las mujeres.  Tanto pesa el mandato del matrimonio, por ejemplo que cuando una de las jóvenes, perteneciente de un grupo social, quedaba embarazada las demás mujeres se veían en la obligación de tener también hijos de manera inmediata. 
Y tanto más peso tenían esas leyes raciales, que cuando una criada se atreve a usar el baño de su jefa no sólo es despedida después de años de servicio sino que es acusada de ladrona con las demás damas de la sociedad ,cosa de robarle la oportunidad de conseguir empleo en otra casa. Estas son algunas de las pequeñas historias que la joven escritora con ayuda de una, primero, y luego un grupo de criadas va redactando en su libro, por  supuesto libro muy escandaloso para la esta sociedad de damas blancas. 
El filme de Taylor, cuenta con dos horas de relato, esto y mucho más.
Es muy posible que todos en algún momento cometamos actos de discriminación; pero luego de ver la película "Criadas y señoras" es posible que tengamos más cuidado. Que la disfruten.



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